Hay veces en las que una persona parece que se encuentra a un milímetro del techo de una habitación minúscula. Se pone nerviosa, todo se hace pequeño a gran velocidad. No puede más, tiene ganas de llorar, pero parece que la lágrima no quiere recorrer el trayecto ojo - mejilla - labios y suelo. ¿O será que no somos capaces de llorar en situaciones límite por todo lo que hemos llorado alguna vez, cerrados en la habitación, acurrucados en la cama?
Nos hallamos ante situaciones que podríamos describir como "impotenias" (impotencia + situaciones) donde el sentimiento que fluye es tan grande que no sabemos qué decir o cómo actuar. ¿Qué debemos hacer, darles lo que ellos quieren o aguantar ante todo e intentar desaparecer del mundo como si nada hubiera ocurrido y satisfacer les? Pero ¿Y si nos sale del c*** llorar, gritar o dar un tortazo lo hacemos? Pero en el momento que actúas como ellos, en el instante que das a luz un parecido, ¿no te conviertes en uno de estos?
En estos momentos está sonando "Start Me Up de los Rolling Stones" y toda la fuerza que consiguen transmitir estos grupos en su música ¿No es algo completamente impresionante? Hay momentos en la vida donde el cuerpo necesita un descanso, desahogarse, evadirse un rato de situaciones que más vale olvidar para seguir adelante. Ponte en un lugar cómodo, relájate, ponte los cascos y escucha los Nickelback. Llora, Expulsa todo eso que te hace pequeño e incomoda a tu mente. Luego pon la canción que más te guste de tu I-Tunes (para vestirme me encanta Dead Flowers (también de los Rolling Stones) y busca en tu armario aquellas prendas con las que te sientes feliz (para los indecisos camisa blanca, cinturón marrón, jeans y olvidaros de los zapatos marrones de pico XD ).
Aprovechando el post, quiero promover la lectura. Por favor, aunque sea el periódico ¡tenéis que leer algo! Anda, no lo hagáis por mi, sino por vosotros, coger un libro y dedicarle cinco minutos antes de acostaros cada día.
A mamá, por todo.
T' estimo.
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